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RUTA DE LAS PARDINAS Ruta temática de carácter circular, con perfil muy dentado y duro, por las estribaciones sur de la Sierra de San Juan de la Peña, con inicio y final en el pantano de La Peña. El recorrido nos permite disfrutar de extensas areas deshabitadas, pedaleando por grandes e infinitos bosques de coniferas, cagicos y pastos, por el noroeste de la comarca de la Hoya de Huesca, así como de unas vistas únicas de los mallos de Agüero y Riglos, sierras exteriores y Pirineo. El recorrido nos permite visitar algunas de las antiguas pardinas de la zona, la mayoría en estado ruinoso, y que servian para el aprovechamiento de parcelas de monte. Es muy importante llevar agua de sobras ya que no hay fuentes, el agua de los barrancos corre por zona de ganado y en la sierra el calor es intenso. La ruta es preferible realizarla en época sin lluvias para evitar el barro que puede aparecer en estas pistas. El acceso hasta el punto de inicio se realiza por la A-132. Teneís el vídeo de la ruta en el apartado de vídeos. Descripción Partimos desde el pantano de La Peña a la altura de Casa Galán (km 46,5 de la A-132) en cuyo parquin podremos dejar los coches y tomar un cafecito antes de comenzar la ruta. Además es un buen lugar para recibir información sobre el estado de los caminos y barrancos que vamos a cruzar. Calentamos un poco pedaleando por la carretera en dirección a Santa María de la Peña y tomamos la A-1205, dejando el pueblo a nuestra izquierda, durante algo más de 1,5 km, hasta llegar a las casas del Hispano club. En este punto sale a nuestra izquierda una pista que asciende con cierto desnivel gracias a cuatro lazadas hasta ganar algo de altura. Podemos disfrutar de unas preciosas vistas sobre el pantano, los mallos de Agüero y sierra de Santo Domingo. A partir de aquí, el camino se hace más suave, gira hacia el norte y se adentra en un vallecito. Atravesanos una cancela y unos carteles del Gobierno de Aragón nos avisan que entramos en una zona experimental con animales sueltos. Pronto aparecen los primeros caballos que se acercan a nosostros al oírnos. El trazado de la pista, que nos permite pedalear cómodamente, llega al final del pequeño valle para remontar con una amplia lazada hasta sierra Valle. Durante este tramo de ascenso merece la pena pararse un momento para contemplar una vista distinta a la habitual de los mallos de Agüero y Riglos, situados al sur de nuestra posición. Hacia el km 6,8 alcanzamos la parte más elevada de sierra Valle y debemos estar atentos pues abandonamos la pista principal para girar a la izquierda, en descenso, por un camino empinado y pedregoso que termina en una pista mejor -km 7,45-. La pista-cortafuegos- corre ahora en dirección norte. Las vistas sobre el pirineo, la sierra de San Juan de la Peña y Oroel, son impresionantes y merecen una parada para contemplarlas. En el km 8,5, en una curva, llegamos a una bifurcación; por la derecha se baja a la pardina de Organiso. Nosotros seguimos a la izquierda en ascenso. Pedaleamos por el cordal de la sierra, dentro de un cortafuegos, mientras entramos en la selva de Organiso y esto hace que el recorrido se convierta en un sinfin de subidas y bajadas, algunas de ellas fuertes. Encontramos unos curiosos depósitos de agua para el ganado en forma de grandes bolsas de lona. La pista va rodeando poco a poco el valle por donde corre el barranco de Picar y girando a la izquierda suavemente hasta que sobre el km 9,9 comienza a descender en dirección suroeste. El estado del terreno no permite muchas alegrías y debemos descender con cuidado pues con frecuencia aparecen zonas de piedras sueltas y rodadas que nos pueden dar un buen susto. Hacia el km 12,5 salimos del cortafuegos y la pista, con más desnivel y profundas rodadas, entra en una zona de pinar y cagicos. Después del descenso, llegamos a la pardina de Lagé (km 14,4). Está formada por dos grandes construcciones y situada en el barranco de Paternoy. Debemos cruzar el barranco, por el cauce si lleva poca agua o por una pequeña pasarela. En este punto se cruza con la ruta de los Pies Mojados. Giramos unos metros a la izquierda y seguimos hacia el oeste por una amplia pista que asciende de forma suave, pero continua, por la vertiente izquierda del barranco del Villar. Hacia el km 17 llegamos a la pardina de Rompesaco, un gran edificio con una chimenea adosada y que se encuentra en estado ruinoso y usada para el ganado. A partir de aquí descendemos rápidamente hasta la carretera A-132 -km 18,7-. Una vez en la carretera giramos a la derecha, en dirección al puerto de Santa Bárbara, durante unos 300 metros. A nuestra izquierda sale una pista en muy buen estado que asciende hacia el oeste y que pasa junto a un merendero. En continua subida, aunque bastante llevadera, llegamos a una bifurcación en el km 19,5. Dejamos el camino que sale a la izquierda en descenso y seguimos por la pista principal, que sigue ascendiendo. Sobre el km 20,2, llegamos a las ruinas de la pardina de Cercito. Esta no se ve desde el camino, pues queda a la derecha en un alto que tapa el bosque. El camino continúa adaptándose al terreno para salvar un par de barrancos y disminuyendo de inclinación. En el km 24 llegamos a un cruce de caminos y que coincide con la ruta de los Pies Mojados. Giramos a la izquierda, en descenso, por una pista en peor estado y con muchas rodadas. Cruzamos un par de barrancos -ahora secos- y en el km 26,46 llegamos a la pardina de Chaz. Es una gran casa con su típica chimenea altoaragonesa y sin aparente uso. Abocamos a una pista y unos postes indicativos nos hacen saber que estamos en la ruta de las pardinas. A partir de aquí los seguiremos. Siguiendo la indicación, giramos a la derecha. El camino asciende por la margen izquierda del barranco Fontanizas. Lo hace muy suavemente hasta cruzar el barranco y llegar a un par de lazadas que nos dejan en la Pardina del Corralón -km 28,75-. en algunos mapas la llaman Casa Nueva de Nofuentes. Es una gran construcción de tres pisos y en parte reparada. Aquí tenemos un cruce de caminos. Nosotros abandonamos la pista principal y giramos a la izquierda, en fuerte y técnico ascenso, por un camino poco marcado al principio y muy erosionado por el agua. El camino se hace más duro, debido a la calidad del terreno, y sigue la margen izquierda del barranco Nofuentes. Vamos dejando atrás las zonas de bosque y entramos en otras menos vestidas. En el km 31,8 llegamos a las ruinas de Casa de Nofuentes. Continuamos en ascenso hasta abocar a una buena pista en el km 32. Comienza un rápido descenso por una pista en muy buen estado por la margen derecha del barranco Ferrera. En el km 33, donde el valle comienza a abrirse, llegamos a una puerta metálica que nos indica que entramos en la pardina de Ferrera. La atravesamos y seguimos en descenso por el bosque hasta el fondo del vallecito. El entorno es precioso, con grandes paredes rocosas asomando entre el bosque y donde aparecen los primeros campos de cultivo. Cruzamos el barranco del Freixal y llegamos a la pardina Ferrera. Esta se encuentra en uso y es una gran construcción con edificios anexos. Pasamos junto a ella y el camino desciende hasta cruzar el barranco Ferrera. Lo cruzamos y comienza un ascenso, que nos introduce en el pinar en dirección a un pequeño collado, y que cae como una losa sobre nuestras cansadas piernas. En el km 37,07 llegamos a una valla. La atravesamos y comienza el descenso a Villalangua por una buena pista. En el km 37,8 dejamos una pista a la derecha que asciende hacia Salinas Viejo y la collada de Fuencalderas -ruta de Foz de Salinas por San Miguel de Liso-. Nosotros seguimos descendiendo para pasar junto a la fuente de los Juanes -zona de campamento sin uso- y llegar, junto a la caseta de Tarrancal -en ruinas-, al río Asabón. En este punto vuelve a coincidir el recorrido con la Ruta de los Pies Mojados. Desde aquí continuamos la pista en dirección a Villalangua, pueblo al que llegamos en el km 41,8. Es buen momento para descansar y paramos en La Posada de Villalangua. A partir de ahora todo es por asfalto. Descendemos hasta la A-132 y tras algo más de 5 km llegamos al punto de partida -km 49,18-.
Alternativas
Cartografía
SANTA MARÍA DE LA PEÑA Lugar de 47 h.; a 520 m. de altitud; pertenece al municipio Las Peñas de Riglos. Localidadtsituada al costado norte del embalse de La Peña, rozando la carretera A-132. Se denominaba Santa María de Jaz en 1198, Santa María de Triste en 1296 y Santa María de Yest en 1392 (A. Ubieto); alimentaba 4 vecinos en 1495. Emplazado en una loma y con predominio visual de lo nuevo, las viviendas se aprietan en sentido oeste-este, buscando la parroquial; son de mampostería con cubierta de losa o teja curva, en algunos casos mixta; casa Americano incrusta portal dovelado, la puerta de madera es de 1847. La parroquial de San Sebastián es románica —s. XII—, reformada en los ss. XVII-XVIII; está pegada a la casa abadía donde se proyecta instalar un pequeño museo relacionado con la zona. Ermita de Santiago o del Cementerio —popular—. Pardina de Lagé Conjunto de dos construcciones de grandes dimensiones. Acceso por pista que parte de la A-132, hacia Rompesacos. Pardina de Rompesacos Caserío de propiedad privada, a 750 m. de altitud. Municipio Las Peñas de Riglos. Enlaza por pista con la carretera A-132. Era villa en 1086, cuando Sancho Ramírez la lega a su hijo Fernando; en 1103 alzaba iglesia en honor de San Miguel (A. Ubieto). La vivienda actual esta fechada en 1906 con horno y hogar en planta baja; suelos de la planta superior con tablazón de madera; soberbia chimenea tradicional. En ruinas. Pardina de Cercito En ruinas. Pardina de Chaz Casa de grandes proporciones junto al río Asabón. Ruina parcial. Pardina del Corralón También Novefuentes, pardina despoblada propiedad del COMENA, en el término de Las Peñas de Riglos. La primera mención documental acontece entre 1090-94, en la Colección Diplomática de la Catedral de Huesca. En 1900 censaba 18 h., dependiendo de Salinas de Jaca. Casa de Nofuentes En ruina total Pardina de Ferrera En uso. Casa de grandes proporciones, recuperada y con aprovechamiento agrícola y ganadero, VILLALANGUA Aldea de 33 h.; instalada a 560 m. de altitud, pertenece al municipio Las Peñas de Riglos. Enlaza por pista asfaltada con la carretera A-132. Se documenta el año 1093 en el Cartulario de Montearagón. Como pueblo, Villalangua se constituyó a mediados del siglo XVII, siendo anteriormente refugio de pastores. Cabe destacar la importancia del establecimiento en la zona de las Pardinas Chaz, Ferrera, Noveciercos, Lagé, Montañano, Corralón, Pequera, Nofuentes, Cercito, Villamuerta, Rompesacos, Bergosal, Sierralta, Visús. Las Pardinas son explotaciones agropecuarias familiares donde todos los miembros trabajaban para su mantenimiento. Conjunto asomado a la orilla izquierda del río Asabón; la vía de acceso arriba a una plaza rectangular que reparte calles al norte y sur, continuando por el oeste hacia las pardinas de Ferrera, Chaz, Montañano y Noveciercos. Las viviendas en buena parte han sido modificadas, como la misma parroquial. En la ribera del río se asentó el despoblado medieval de Fañanás y en las crestas calizas del sur hubo ermita dedicada a San Urbez, con necrópolis de lajas. Podemos comer y pernoctar en La Posada de Villalangua. De interés ornitológico, importante colonia de buitres. De gran riqueza micológica. La información sobre los pueblos, esta tomada del libro "Huesca de la A a la Z" de Publicaciones y Ediciones del Alto Aragón S.A.
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