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LAS BELLOSTAS
Ruta circular por el sector noreste de la sierra de Guara que nos permite conocer unos de tantos pueblos abandonados de esta zona y rincones de gran belleza paisajística. Terreno duro que tan apenas da tregua a nuestras piernas en un continuo carrusel de subidas y bajadas por pistas y senderos de regular calidad. En algunos momentos deberemos echar pie a tierra para salvar los tramos más complicados de caminos antiguos entre pueblos. Es importante llevar comida y suficiente cantidad de agua ya que solo encontraremos alguna fuente de agua no potabilizada. En épocas de lluvia, los caminos pueden estar con bastante barro. Pedaleamos por las comarcas del Sobrarbe y Somontano de Barbastro. Conviene no despistarse del track, sobre todo en los tramos de sendero. Para leer sobre los distintos pueblos abandonados por los que pasamos os aconsejo la web DESPOBLADOS EN HUESCA de Cristian Laglera. Descripción Accedemos al punto de salida por la carretera de la “Guarguera” – A-1604- . En el km 34,7 -en mapas antiguos está marcado como km 41- aparece señalado un desvío por pista a Torrolluala del Obico. Podemos dejar aquí el coche en una explanada. Tomamos la pista en descenso, con bastantes rodadas, que recorre una zona de pinar de repoblación. En unos 900 m llegamos a una cleta. Tras atravesarla, y dejarla cerrada, continuamos descendiendo y llegamos en el km 2,5 a Torrolluala del Obico -o de lo Bico-. El pueblo está abandonado e invadido por completo por la vegetación. Continuamos descendiendo mientras contemplamos a nuestra izquierda el agreste paisaje creado por el río Isuala y que luego se convertirá en el Balcés. Una torre de comunicaciones nos marca el punto de referencia por el que volveremos cuando acabemos la ruta. La pista, en buen estado, corre paralela al barranco hasta llegar en el km 5,9 a las Casas de Montalbán donde deberemos atravesar otra cleta. Tras un rato de bajada atravesamos el barranco de Torruéllola -en referencia a de la Torruéllola de La Plana, otro pueblo abandonado, no confundir con el que hemos atravesado-. Comienza una subida por una pista de calidad aceptable. En el km 7,4 dejamos a la derecha un desvío que lleva al pueblo abandonado de Alastrué. Continuamos ascendiendo hasta coronar el alto. A nuestra derecha se encuentran las Casas de Albás. Ahora comienza un descenso, en el que nos toparemos con una fuente y con una barrera en el km 9,1, y que no dejaremos hasta llegar en el km 9,7 a un cruce de pistas –numerosas señales-, punto común por donde regresaremos más tarde. Pocos metros más adelante dejamos el pueblo abandonado de San Hipólito –San Póliz- a nuestra derecha, en un alto. Este tramo, en el que cruzamos el barranco de san Lázaro, será común con el camino de regreso hasta el km 11,76. En el km 11,4 hay un desvío a la izquierda para ir a Letosa, pero no lo tomaremos y dejaremos la visita a este pueblo para la vuelta. Comienza un tramo de pista de peor calidad que va ascendiendo poco a poco entre pinares. En el km 12,2 dejamos a la derecha un depósito de agua. Conforme el pinar va desapareciendo y ganan terreno los arizones y el boj, la pista se vuelve de peor calidad. Pronto vemos aparecer la impresionante mole del Tozal de Guara. Frente a nosotros ya se divisa la torre de la iglesia de San Andrés de Nasarre. Por un tramo de camino vestido llegamos en el km 16,9 al pueblo abandonado de Nasarre. Merece la pena visitar la iglesia románica restaurada en 1999. Este puede ser un buen momento para tomar algo de alimento antes de emprender el regreso. Salimos del pueblo por un sendero, parcialmente ciclable según nuestra técnica, que en dos kilómetros de descenso nos deja en el dolmen de Losa Mora –km 18,8- origen de numerosas leyendas. “Cuenta la leyenda que bajo sus piedras yacen sepultados los cuerpos de dos enamorados; un rey moro y una bella cristiana. Los padres de esta se negaban a ese noviazgo, así que los dos enamorados deciden escaparse hacia Nocito. A la altura del dolmen son sorprendidos por una patrulla cristiana que los mata con sendos flechazos en el corazón y sus cuerpos son enterrados en ese mismo lugar. “ Otra leyenda dice: “…que por esas tierras pasó una hilandera con su rueca y una gran piedra sobre la cabeza, y que cuando llegó al lugar donde está el dolmen dejó la piedra en posición horizontal sobre otras dos que ahí estaban clavadas en el suelo. Para comprender esta leyenda hay que saber que la figura de una hilandera es una especie de hada en las mitologías remotas, que representa la vida y la muerte, ya que mientras ella hila con su rueca está viva, pero cuando se le acaba el hilo se muere, y en ese caso deja la piedra que lleva cargada sobre la cabeza para hacer su propia tumba.” En este punto tomamos el sendero de la izquierda. Por la derecha podríamos descender a Rodellar –ruta de la Vuelta a Guara-. Es un antiguo camino que se va deteriorando y en ciertos momentos deberemos desmontar de la bici. Afortunadamente no es un tramo largo y el paisaje compensa nuestro esfuerzo. En el km 19,9 dejamos a nuestra izquierda la pardina de Villanúa. El camino no es cómodo, pero es divertido y poco a poco desciende hasta Otín con una última bajada muy inclinada. El pueblo está abandonado, pero aún queda la posibilidad de recorrer sus antiguas calles y alguna edificación notable. Aún recuerdo cuando hace casi 20 años aún quedaba en este pueblo un habitante que ofrecía la posibilidad de tomar algún refresco. Ahora solo queda la posibilidad de coger agua de su fuente. Varios postes indicadores nos señalan la posibilidad de acercarnos hasta puntos clave del barranco de Mascún. Salimos del pueblo por su camino de acceso que está en buenas condiciones, sobre todo si lo comparamos con la bajada de Losa Mora. En el km 22,8 cruzamos el barranco de Raisin y podemos ver la amplia y preciosa escotadura que abre hacia el Mascún. Seguimos camino y aparecen numerosos postes indicadores que nos señalas puntos de interés del Mascún. En el km 23,24, en una curva, tenemos la posibilidad de seguir de frente por un sendero que nos llevaría al km 25 de nuestra ruta. Nosotros no lo tomamos y preferimos seguir por la pista que sin alargar apenas el recorrido, nos proporciona mayor comodidad. En el km 24,64 abocamos a un camino ya conocido de la primera parte del recorrido. Giramos a la derecha y llegamos al siguiente cruce en el km 24,95. Esta vez decidimos acercarnos a Letosa que está a 300 metros y oculto entre la maleza. Tras la visita volvemos al cruce y por camino conocido llegamos al km 27,28. Ahora giramos a la derecha en dirección a Las Bellostas. El camino asciende con cierta suavidad y por buen firme hasta un alto. En el km 28,5 dejamos a nuestra derecha un camino hacia Bagüeste. A lo largo del trayecto podemos ver hermosos ejemplares de quejigos centenarios numerados que se incluyen en una ruta –Sendero 16- de fácil recorrido. Al llegar al alto se abre un precioso paisaje con los pirineos como telón de fondo y nos permite comprobar la complejidad orográfica del entorno donde nos movemos. También podemos observar el duro tramo que nos espera. Primero debemos descender hasta el río Balcés. Lo atravesamos por un puente –km 31,6- y comienza una dura subida que ya no cesará durante lo que nos queda de trayecto. En el km 33,24 llegamos al pueblo de Las Bellostas. Este no está abandonado. Necesito agua y tenemos la fortuna de encontrar a uno de sus habitantes, Jesús, de casa Grasa. Nos ofrece agua y nosotros lo compensamos con una charla durante un rato. Unas instalaciones ganaderas y alguna casa restaurada como segunda vivienda es todo lo que queda del pueblo. Hay una fuente junto al camino. Continuamos recorrido hasta el final de la ruta por asfalto, pero no hay que relajarse. Es duro, muy duro, con unos buenos repechos para ir salvando los diferentes accidentes orográficos. La pista asfaltada permite disfrutar contemplando el paisaje, ahora acompañados de zonas de cultivo, ya que transita por una especie de cordal con buenas vistas tanto a izquierda como a derecha. En el km 36,7 llegamos a Pueyo de Morcat. Tras un descenso y posteriores rampas llegamos a la A-1604 en el km 40,5. Giramos a la izquierda y seguimos ascendiendo hasta el puerto del Serrablo situado a 1291 m –km 43-. Ya solo nos queda descender hasta el lugar se partida en el km 45. Alternativas
Cartografía
TORROLLUALA DEL OBICO Lugar despoblado de propiedad privada, a 1.117 m. de altitud; municipio de Boltaña. Enlaza por pista con la carretera del Guarga. Alimentaba 3 hogares en 1646. Al este de una ladera se han arruinado las cuatro casas que allí se acomodaron. Canalizaba el núcleo una plaza central y tres cortas calles radiales. La parroquial de La Asunción es del s. XVII, conservando motivos pictóricos relacionados con la pasión de Cristo —1774—. Molino harinero en el río Isuala. SAN HIPÓLITO Aldea despoblada de propiedad privada, a 1.043 m. de altitud; pertenece al municipio de Bierge. Conecta por pista con la carretera del Guarga. Emplazada sobre una elevación tenía una especie de plaza que permitía el acceso a las dos casas e iglesia del s. XVII; al norte media docena de edificios de apoyo y la herrería. Conjunto en ruina parcial. NASARRE Aldea despoblada de propiedad privada perteneciente al municipio de Bierge, a 1.191 m. de altitud. Acceso desde la carretera del Guarga -pista-. Se cita en 1279, censando 4 fuegos en 1646. Hace asiento en una meseta amplia próxima a la orilla izquierda del río Alcanadre. Las viviendas están arrasadas, sin embargo al oeste se mantiene en pie un grupito de magníficas bordas. En las afueras fuente subterránea. La parroquial de San Andrés -M.H.A.-es de tipo mozárabe lombardo, realizada a mediados del s. XI y reformada por Mosen Pedro Aguilar en 1628. Dolmen de Losa Mora, en el camino Rodellar-Nasarre. Por su término discurre el impresionante cañón de Gorgas Negras, limado por las aguas del río Alcanadre. OTÍN Lugar despoblado de propiedad privada, a 1.074 m. de altitud. Municipio de Bierge. Acceso desde la carretera del Guarga —pista—. Se menciona en 1.151, abriendo 5 hogares en 1646. Dos barrios bien definidos y ocho casas se asociaron para formar esta pequeña comunidad; bajo la iglesia, las casas de Félix y Cosme Bellosta —AÑO 1773 COSME BELOSTA AVE MARIA-, se orientaron hacia el sol; entre el barrio Alto y Bajo o del Barranco media magnífico robledal; el barrio Bajo o del Barranco se desplaza a las orillas del torrente, seco en verano-otoño; casa Tejedor cobijaba antiguo telar, hoy arrasado. Parroquial de 5. Juan —s. XVII— y ermita Virgen del Barranco, popular. Hacia el este la peculiar morfología de los Oscuros de Otín, en el barranco de Mascún, sector que agota la luz en tortuosos requiebros. LETOSA Aldea despoblada propiedad del COMENA, a 1.023 m. de altitud. Municipio de Bierge. En el s. XV censaba 2 fuegos. Acceso por pista desde la carretera del Guarga. Localidad situada en terreno amesetado, en la cabecera del barranco de Mascún. Forman el conjunto unas pocas casas arruinadas cimentadas sobre bancal de arenisca y conectadas por la calle de San Urbez; al norte nutrido grupo de bordas. Un par de inmuebles tienen bajos de bóveda y una casa del s. XVIII lucía bellísimos canetes de madera con decoración zoomórfica —desaparecidos—. La parroquial de San Urbez, antes dedicada a San Jorge, es edificio popular de los s. XVII-XVIII. Molino harinero —ruinas— próximo al Saltador de las Lañas, en el barranco de Mascun. LAS BELLOSTAS Lugarde 16h.; 1.110 m.de altitud. Pertenece al municipio Aínsa-Sobrarbe. Se cita tempranamente, alio 814, reuniendo 9 vecinos en 1495. Accesos por pista desde la carretera del Guarga —por Puimorcat— y desde la HU-342 —por Paúles de Vero—. Hábitat de aspecto abierto entre huertos y parcelas cerealistas, los edificios mantienen con fidelidad imagen y estructura de las construcciones comunes prepircnaicas que utilizan piedra y forjado lígneo. Parroquial de San Ramón, obra del románico rural transformada entre el s. XVI-XVIII, en el ábside pintura mural del románico de transición. Al oeste discurre el cauce del río Isuala cuyo largo descenso oferta paisajes sorprendentes y solitarios; alimentaba las ruedas de dos molinos, uno de ellos fechado en 1627: canal de conducción, pozo de presión y dos toberas para otras tantas muelas; signos lapidarios en la jamba de las puerta de ingreso semejantes a los de otros molinos —Bara y Ara—. PUEYO DE MORCAT En plena cabecera del río Vero se levanta esta aldea poblada solamente por una familia. Presenta un atractivo conjunto urbano con un sinfín de pintorescos rincones y calles, donde podemos apreciar todas las características de la arquitectura más tradicional del Sobrarbe aragonés. Viviendas dotadas de sencillas pero elegantes portadas adoveladas y arquitrabadas, salientes y marcados hogares con enhiestas chimeneas; bordas; una fuente abovedada; y algunos hornos de pan, nos muestran la actividad de la que gozó en su día el pueblo. La Iglesia parroquial, levantada en el siglo XVII, presenta una sola nave cubierta con bóveda de lunetos y cerrada con testero recto. A la altura de la cabecera se alza una torre de dos cuerpos. La información sobre los pueblos, esta tomada del libro "Huesca de la A a la Z" de Publicaciones y Ediciones del Alto Aragón S.A.
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